lunes, 28 de octubre de 2013

Proceso de Secado - Hojas de Moringa


PROCESO DE SECADO – HOJAS DE MORINGA

De acuerdo a nuestras experiencias en Ecuador, Ecuamoringa les ofrece dos (2) recomendaciones prácticas para realizar el proceso de secado de las hojas de Moringa Oleífera.
1.)   SECADO EN RAMILLETE
ECUAMORINGA. SA.

A partir de la siembra o de la ultima poda, espere aproximadamente cuarenta y cinco (45) días y realice el corte de las ramas de Moringa muy cerca al tallo, de esta forma obtendrá unos 15 centímetros de ramillas para sujetar con una cuerda o liga elástica, como se aprecia en la foto.
Dependiendo de la cantidad de follaje de las ramillas de Moringa, podemos sujetar ramilletes de aproximadamente cien unidades, las cuales deben de sumergirse en una tina con agua limpia varias veces,  para proceder a limpiar las hojas del polvo que se acumula o cualquier otra impureza, a continuación sacuda manualmente los ramilletes y elimine el exceso de agua que se encuentra en las hojas.
Todos los “Ramilletes de Moringa” deben de secarse en un área con ventilación, a la sombra y sujetados mediante un cordel en forma lineal, suspendidos a un metro del suelo. A partir del quinto día las hojas estarán bastante secas y en condición de ser separadas de las ramillas. Es preferible que durante el proceso de secado se cubra el piso que va en dirección vertical de los “Ramilletes de Moringa” con un plástico o saquillo, en vista que se almacenen las hojas secas que van desprendiéndose continuamente durante el proceso de secado.
A partir del ultimo día de secado las hojas presentaran aproximadamente un 15% de humedad, se procederá a soltar las ramillas de Moringa y terminar de desprender el resto de hojas sujetas, las cuales fácilmente caerán al piso cubierto.
Para terminar con un buen secado de las hojas, recomendamos utilizar un horno con circulación de aire a 35 grados centígrados por cinco a diez minutos.





2.)   SECADO DE HOJAS SUELTAS

 

Posterior a la poda y al lavado de las ramillas de Moringa, desprenda manualmente sus hojas, sujetando del extremo de la rama con una mano y con la otra en la misma dirección que van las hojas proceda a sujetarlas, mientras desliza la rama por su otra mano, de esta forma las hojas caerán fácilmente dejando las ramillas totalmente “peladas”.
Coloque las hojas sueltas sobre plásticos o recipientes, como se muestra en la fotografía en un área con ventilación, a la sombra y volteándolas de tres a cuatro veces al día, para obtener un secado mas uniforme de las hojas. A partir del quinto día las hojas estarán bastante secas y en condición de ser manipuladas para su siguiente proceso o elaboración de sub-productos como té, polvo de hoja 100% puro, capsulas, etc.
A partir del último de día de secado las hojas presentaran aproximadamente un 15% de humedad. Para terminar con un buen secado de las hojas, recomendamos utilizar el mismo sistema de horno con circulación de aire a 35 grados centígrados por cinco a diez minutos.